Investigación sobre PFAS

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Investigación sobre PFAS

Desde enero de 2023 está en vigor una nueva legislación sobre la cantidad máxima de PFAS en determinados alimentos. Para demostrar que cumple con esta legislación, debe realizar un análisis de PFAS. Pero también es esencial analizar el suelo y el agua. Somos el primer laboratorio comercial de los Países Bajos en analizar PFAS en alimentos, piensos, suelo y agua con acreditación.

Investigación sobre PFAS en resumen

  • Cumpla con las obligaciones legales

  • Realización por un laboratorio acreditado

  • Investigación sobre PFAS en pescado/marisco, carne, huevos, piensos, suelo y agua

  • Detección y cuantificación precisas de contaminantes PFAS

  • Cumple las normas y reglamentos recientes de protección del medio ambiente

  • Tecnologías y conocimientos avanzados para la protección humana y medioambiental

PFAS

PFAS son las siglas de poli y perfluoroalquilos, un grupo de sustancias químicas que se han utilizado durante décadas en aplicaciones industriales y productos de consumo por sus propiedades repelentes del agua, la grasa y la suciedad. Los PFAS son muy persistentes, lo que significa que (por regla general, es decir, con algunas excepciones) no se degradan en el medio ambiente y se acumulan en el organismo de las personas y los animales. Algunas sustancias PFAS están asociadas a riesgos para la salud, como un mayor riesgo de cáncer, alteraciones hormonales, daños hepáticos y reducción de la inmunidad. En Normec Green Agro Control somos conscientes de la urgencia de detectar y gestionar los contaminantes PFAS en diversos entornos, como el suelo, el agua y los alimentos.

Nuestros análisis especializados están diseñados para identificar y cuantificar con precisión los contaminantes PFAS, cumpliendo las normas y reglamentos más recientes. Con nuestras tecnologías avanzadas y nuestros profundos conocimientos, ayudamos a proteger la salud humana y medioambiental.

Te ayudamos en cada paso

La nueva y próxima legislación y normativa sobre PFAS plantea muchas preguntas en el sector agrícola y la industria alimentaria. Nuestros especialistas le ayudarán con todas las cuestiones relacionadas con los PFAS. Por ejemplo:

  • Análisis de materias primas y productos finales en busca de PFAS

  • Identificación del origen de una contaminación por PFAS

  • Realización de un análisis de riesgos

  • Elaboración de un plan de seguimiento para productos de riesgo

¿Cuántos compuestos PFAS hay?

Se calcula que hay más de 4.700 compuestos PFAS diferentes. Esto se debe a que los PFAS son un grupo de compuestos químicos formados por una cadena de fluorocarburos y varios grupos funcionales, como el ácido sulfónico o el ácido carboxílico. Estos grupos funcionales pueden combinarse de diferentes maneras, dando lugar a una amplia variedad de compuestos PFAS.

Entre los compuestos PFAS más conocidos e investigados se encuentran el ácido perfluorooctano sulfónico (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA), pero hay muchos otros compuestos PFAS cuya toxicidad y persistencia en el medio ambiente aún no se conocen del todo.

¿Qué es el PFAS?

PFAS son las siglas de sustancias polifluoroalquílicas y perfluoroalquílicas, un grupo de sustancias químicas que se utilizan desde hace décadas en aplicaciones industriales y productos de consumo debido a sus propiedades repelentes al agua, la grasa y la suciedad.

Las PFAS son muy persistentes, lo que significa que no se degradan en el medio ambiente y se acumulan en el cuerpo humano y animal. Algunas sustancias PFAS se asocian con riesgos para la salud, como el aumento del colesterol, la disminución de la resistencia a las enfermedades y, posiblemente, el cáncer. Debido a su persistencia y a sus posibles riesgos para la salud, los PFAS han sido objeto de preocupación y atención por parte de las autoridades reguladoras y el público en general en los últimos años.

Los PFAS pueden llegar al suelo a través, por ejemplo, de aguas subterráneas contaminadas, abonos contaminados, compost y aguas residuales. También pueden propagarse a través de las corrientes de aire y agua y llegar así al suelo. Por ello, los PFAS también pueden estar presentes en los siguientes alimentos:

  • Patatas, verduras y frutas

  • Pescado y marisco

  • Carne

  • Huevos

Desde enero de 2023 está en vigor una legislación para diversos grupos de productos, entre ellos el pescado, el marisco, la carne y los huevos.

Los PFAS pueden llegar a los alimentos, incluidas las frutas y hortalizas, por diversas vías. Los PFAS pueden entrar en el suelo a través, por ejemplo, de aguas subterráneas contaminadas, estiércol contaminado, compost y aguas residuales. Los PFAS también pueden propagarse a través del aire y las corrientes de agua e introducirse en el suelo.

Aunque hasta la fecha los PFAS presentes en los AGF no se consideran un riesgo importante para la salud pública, el consumo de alimentos que contienen PFAS puede contribuir a la exposición general a estas sustancias. Por eso es importante garantizar la seguridad de la producción y distribución de AGF.

Por ello, varios países están adoptando medidas para reducir la exposición a PFAS a través de los alimentos. Por ejemplo, en los Países Bajos cultivamos menos en determinadas regiones debido a la contaminación del suelo, y se establecen normas más estrictas o requisitos más estrictos en cuanto a la cantidad de PFAS en el agua potable y el suelo.

Es importante seguir estudiando cómo se propagan los PFAS y en qué medida están presentes en los distintos tipos de alimentos para minimizar los riesgos para la salud y garantizar la seguridad de nuestros alimentos.

Se han realizado varios estudios sobre la presencia de PFAS en los huevos y se ha determinado que estos pueden ser una fuente de exposición a estas sustancias. Los PFAS pueden llegar a los huevos a través del suelo, los piensos que se dan a las gallinas y los flujos de aire y agua en el entorno de la granja avícola.

Por ejemplo, en un estudio realizado en los Países Bajos en 2020 se descubrió que la cantidad de PFAS en los huevos era mayor en las proximidades de lugares donde se habían encontrado grandes cantidades de estas sustancias en el suelo. El estudio también reveló que la cantidad de PFAS en los huevos variaba entre los diferentes tipos de granjas avícolas y que los huevos ecológicos contenían, en general, menos PFAS que los huevos convencionales.

Hasta hace poco, solo las empresas podían hacer analizar los huevos para detectar la presencia de PFAS. Como solución a la creciente necesidad de análisis de PFAS para los criadores de pollos particulares, Testenoppfas.nl, en colaboración con Normec Groen Agro Control, se enorgullece de presentar una nueva plataforma: TestenOpPFAS.nl. A través de esta plataforma en línea, los análisis de PFAS están ahora disponibles de forma sencilla y accesible para usted.

Al igual que ocurre con los huevos y otros alimentos, los PFAS también pueden acabar en el pescado. Esto puede ocurrir por varias vías, por ejemplo a través del agua y la cadena alimentaria, ya que los PFAS entran en el agua y luego son absorbidos por el plancton y los peces pequeños, que a su vez son ingeridos por peces más grandes.

Se han realizado varios estudios sobre la presencia de PFAS en los peces y en algunos casos se han encontrado concentraciones elevadas. En particular, los peces que se alimentan en la parte superior de la cadena alimentaria, como el atún, el pez espada y el tiburón, pueden contener niveles más elevados de PFAS debido a su acumulación en los tejidos.

Aunque la presencia de PFAS en el pescado sigue siendo objeto de investigación, no se han identificado riesgos directos para la salud humana por el consumo de pescado que contenga PFAS. Sin embargo, la ingesta de pescado puede contribuir a la exposición general a estas sustancias, especialmente con el consumo frecuente de pescado que contiene altos niveles de PFAS.

Para reducir la exposición a los PFAS a través del pescado, en muchos países se están adoptando medidas para reducir la contaminación del agua y de la cadena alimentaria, así como medidas para reducir la cantidad de PFAS en el pescado, como la mejora de los procesos de producción y la detección de PFAS en el pescado.

Los PFAS también pueden acabar en la carne, aunque generalmente en menor medida que, por ejemplo, en el pescado. Los PFAS pueden entrar en la carne a través de los piensos que se dan al ganado, el agua potable contaminada, la contaminación del suelo y la contaminación atmosférica en las proximidades de la explotación ganadera.

Se han realizado varios estudios sobre la presencia de PFAS en la carne y se han encontrado concentraciones elevadas en algunos casos, especialmente en la carne de animales expuestos a entornos contaminados. Por ejemplo, cerca de zonas industriales, bases militares o aeropuertos.

Aunque en la actualidad no se han identificado riesgos directos para la salud humana derivados del consumo de carne que contiene PFAS, puede contribuir a la exposición general a estas sustancias. Por tanto, es importante seguir vigilando la presencia de PFAS en la carne y tomar medidas para reducir la exposición a ellos, como mejorar la alimentación y reducir la exposición del ganado a entornos contaminados.

Además, los PFAS se utilizan a veces en materiales de envasado de alimentos debido a sus propiedades repelentes al agua y a la grasa. Por ejemplo, en papel de horno, cajas de pizza, bolsas de palomitas y envases de comida rápida.

Los PFAS también pueden llegar a los piensos (alimentos para animales) por diferentes vías, como el suelo, el agua y el aire. Por ejemplo, mediante la aplicación de compost o fertilizantes contaminados en campos donde se cultivan piensos para animales o por la presencia de PFAS en el agua subterránea que se utiliza para regar los cultivos. Los PFAS presentes en los piensos compuestos pueden proceder de las materias primas utilizadas para la fabricación de los piensos. Un ejemplo de ello es la harina de pescado.

Se han realizado varios estudios sobre la presencia de PFAS en los piensos y, en algunos casos, se han encontrado concentraciones elevadas. Esto puede dar lugar a una exposición elevada a los PFAS en el ganado que consume estos piensos.

Los PFAS pueden entrar en el agua a partir de diversas fuentes, como los vertidos industriales, la lixiviación del suelo y la tierra y la degradación de productos que contienen PFAS, como las espumas contra incendios. Además, el agua de lluvia puede transportar PFAS a las aguas superficiales y subterráneas.

Los PFAS son muy persistentes y móviles en el medio ambiente, por lo que se propagan fácilmente a grandes distancias y se acumulan en masas de agua, como ríos, lagos y acuíferos subterráneos. Esto puede dar lugar a altas concentraciones de PFAS en el agua, que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la ecología.

La exposición prolongada a altas concentraciones de PFAS en el agua potable también puede tener efectos adversos para la salud, como un mayor riesgo de cáncer, alteraciones endocrinas, daños hepáticos y reducción de la inmunidad. Por estas razones, se están elaborando normas y directrices internacionales para reducir la exposición a los PFAS en el agua potable. Además, se están adoptando medidas para prevenir o reducir la propagación de PFAS en el agua, como la reducción del uso de productos que contienen PFAS y la aplicación de medidas de rehabilitación en los lugares contaminados.

Los PFAS pueden penetrar en el suelo a partir de diversas fuentes, como los vertidos industriales, la lixiviación a partir de enmiendas del suelo y compost, y la degradación de productos que contienen PFAS, como las espumas antiincendios y las alfombras. Además, el agua de lluvia puede transportar PFAS al suelo.

Los PFAS son muy persistentes y móviles en el medio ambiente, lo que les permite propagarse fácilmente a grandes distancias y acumularse en el suelo. Esto puede dar lugar a altas concentraciones de PFAS en el suelo, que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la ecología.

La exposición prolongada a altas concentraciones de PFAS en el suelo también puede tener efectos adversos para la salud, como un mayor riesgo de cáncer, alteraciones endocrinas, daños hepáticos y reducción de la inmunidad. Por estas razones, se están elaborando normas y directrices internacionales para limitar la exposición a los PFAS en el suelo. Además, se están tomando medidas para prevenir o reducir la propagación de los PFAS en el suelo, como la reducción del uso de productos que contienen PFAS y la aplicación de medidas de rehabilitación en los lugares contaminados.

Debido a los efectos nocivos de los PFAS, se están desarrollando normas y directrices internacionales para limitar la exposición a los PFAS en el suelo y el agua potable. Además, se están tomando medidas para prevenir o reducir la propagación de los PFAS en el suelo, como la reducción del uso de productos que contienen PFAS y la aplicación de medidas de saneamiento en lugares contaminados.

En varios países se están tomando medidas para reducir la exposición a los PFAS a través de los alimentos. En los Países Bajos, se cultivan menos cosechas en determinadas regiones debido a la contaminación del suelo.

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